El capitán de la selección volvió a entrenarse con normalidad y podría ir como titular; cuáles son las incógnitas que mantiene Scaloni

HOUSTON (enviado especial).- ¿Juega Messi? La gran pregunta se suma las de siempre: ¿Está Messi? ¿Podremos ver a Messi? Los fanáticos pululan por los alrededores del hotel de Argentina y necesitan saber algo de su ídolo. Esperarán en vano, con camisetas y fibrones en la mano. Los futbolistas de la selección no se dejan ver y todo transcurre puertas adentro en una de las zonas más privilegiadas de Houston, cercana al distrito de hospitales y centros médicos, edificios altísimos y calles en las que no se ven peatones, sin comercios ni casas, y a Old Braeswood, un barrio residencial de clase acomodada.

En la tarde del miércoles, una vez que el sol furibundo bajó su intensidad, la selección realizó su último ensayo en el estadio de Houston Dynamo. Lionel Messi salió último al campo, mientras sus compañeros terminaban la ronda de pases. Se plegó a una serie de ejercicios físicos de velocidad y reacción y luego se sumó a un loco en el que incluso fue al medio. Se notó alivio y alegría en todos. El capitán se siente mejor; el capitán quiere jugar. Fue de menor a mayor en intensidad y por segundo día consecutivo trabajó en consonancia con sus compañeros. Un torneo así no da tregua y de un momento a otro es posible quedar afuera. Por eso, la resolución está supeditada al minuto a minuto de las sensaciones del 10. Messi, como ha pasado en toda su carrera, quiere jugar. Pero la posibilidad de arriesgarse si no está en plenitud está en constante evaluación. Que Messi estará disponible, no hay dudas. Habrá que ver si lo hace desde el comienzo o espera entre los suplentes y, según el desarrollo del partido, ingresa para cambiar la historia.

Ya hace unos años que Ecuador está en un nivel que lo pone como rival serio. El ciclo de Gustavo Alfaro lo depositó en el Mundial de Qatar, en el que mereció más de lo que consiguió. Y la actualidad, bajo la batuta del español Félix Sánchez Bas, cuenta con un puñado de futbolistas que juegan en la elite europea, como Moisés Caicedo (Chelsea), Jeremy Sarmiento (de Brighton, cedido al Ipswich) o Piero Hincapié, figura del sorprendente Bayer Leverkusen.

Y también tiene futuro, con quien representa a la gran promesa de la tricolor: Kendry Páez, el chico maravilla de 17 años que en apenas una temporada en primera división, en Independiente del Valle, consiguió un vertiginoso ascenso en su carrera: jugó los mundiales Sub 17 y Sub 20, tomó la camiseta 10 de la selección mayor y fue vendido al Chelsea en una cifra cercana a los 20 millones de dólares. Según estadísticas de Opta, Páez fue el jugador con más recuperaciones de pelota (19) y el segundo con más remates al arco (10) del Grupo B.

Sánchez Bas dijo que si bien la presencia de Messi es crucial, reconoció que Argentina conformó un plantel que puede suplir sin inconvenientes al 10 y no perder sustancia.

Los futbolistas argentinos viven la previa con alegría
Los futbolistas argentinos viven la previa con alegríaAníbal Greco

El historial, por supuesto, favorece a la Argentina, que jamás perdió con Ecuador en Copa América. Se enfrentaron en 16 oportunidades, con 11 triunfos albicelestes y 5 empates. La única vez que se cruzaron en un playoff fue en el glorioso certamen de 2021, donde la selección de Scaloni, camino al éxito, se impuso por 3 a 0. Aquella vez, también en cuartos de final, Argentina formó con Dibu; Molina, Pezzella, Otamendi y Acuña; De Paul, Paredes y Lo Celso; Messi, Lautaro Martínez y Nico González. Lautaro, Messi y De Paul anotaron los goles.

El estadio NRG estará casi completo y hay un remanente de entradas que se sigue vendiendo, a un precio de 350 dólares promedio, sobre todo para los argentinos que llegaron a último momento a esta ciudad. Es un escenario que tiene más de dos décadas y alberga poco más de 72 mil espectadores. Aquí juegan los Houston Texans, el equipo de fútbol americano de la ciudad; aquí tocaron los Rolling Stones en abril; aquí se disputarán siete partidos del Mundial 2026.

El árbitro será el uruguayo Andrés Matonte, que curiosamente se cruzará en el camino de la Argentina por segunda vez en 8 días. Fue el referí del encuentro frente a Chile, en el que los trasandinos se quejaron de un par de acciones muy puntuales: un pisotón de De Paul sobre Suazo y, sobre todo, el gol de Lautaron Martínez, aunque es una circunstancia que dependió del VAR, que no juzgó como offisde la posición de Lo Celso en la jugada previa.

“Es un honor jugar contra rivales de este nivel”, dijo Félix Sánchez Bas, y en la misma sintonía fue Enner Valencia: “Es el partido más importante de mi carrera”. Esa es la mentalidad de los ecuatorianos, que sienten que tienen delante la gran oportunidad de su historia. Para Argentina, arrancan los mano a mano rumbo a la reconquista del título. Tiene suma experiencia en este terreno, pero sabe que no puede bajar la guardia. Con o sin el 10.

Fuente: La Nación

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