El presidente de El Salvador está en Buenos Aires desde el jueves pasado, donde mantuvo una agenda privada hasta este lunes
Javier Milei y Nayib Bukele no ocultan su buena sintonía política. El primero admira el modelo de seguridad que acabó con la influencia de las pandillas en El Salvador. El segundo ve en el ultraderechista “un amigo” del que tiene “la mejor impresión del mundo”. Milei participó el 1 de junio pasado de la ceremonia con que Bukele dio inicio a un segundo mandato. El salvadoreño retribuyó ahora el gesto con una visita de Estado que se esperaba muy breve y finalmente durará cinco días. Ambos presidentes se reunieron este lunes en la Casa Rosada. Lo hicieron a puertas cerradas y no hubo rueda de prensa conjunta. El argentino organizó una recepción en la residencia presidencial en Olivos para esta noche.
Bukele aterrizó en Buenos Aires el jueves, pero no tuvo actividad oficial hasta pasado el fin de semana. Hasta entonces, su agenda fue privada. El salvadoreño conoce bien Buenos Aires de los tiempos en que acompañaba los estudios universitarios de su esposa en la capital argentina. Se alojó en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad y el lunes al mediodía participó de su primer evento. Junto a la ministra de Exteriores, Diana Mondino, dejó flores en el monumento a José de San Martín, el Libertador, ubicado a pasos de la sede de la Cancillería. Fue el único momento en que habló con la prensa. “Tengo la mejor impresión del mundo sobre Milei, me encanta lo que hace, somos amigos y vamos a lograr buenas cosas para ambos países. Esperemos profundizar en una agenda extensa, en energía nuclear, comercio, seguridad”, dijo.
La seguridad es el asunto que más interesa a Milei y a su ministra del área, Patricia Bullrich. Defensora de la mano dura contra el delito, Bullrich visitó hace cuatro meses en El Salvador el Centro de Confinamiento del Terrorismo, la cárcel que Bukele exhibe al mundo como la evidencia de su éxito contra las pandillas. “Desde que Bukele es presidente todo ha cambiado de una manera impresionante. De ser uno de los países más inseguros del mundo a ser uno de los más seguros. Felicitaciones Bukele”, dijo entonces la ministra. Este lunes, la ministra invitó a su par salvadoreño, Gustavo Villatoro, en la entrega de 300 camionetas a las Fuerzas Federales. En cualquier caso, el Gobierno de Milei no da crédito a las denuncias que organismos de derechos humanos hacen contra Bukele por presuntos abusos y excesos en su cruzada contra el delito.
Milei recibió a Bukele con todos los honores, con una alfombra roja en la escalinata de la Casa Rosada y los granadores formando un pasillo en su honor. Ambos presidentes posaron para la foto en el Salón Blanco de la sede del Gobierno y se encerraron luego a solas. Para cerrar el encuentro, salieron a al balcón que da la Plaza de Mayo y saludaron a una decena de salvadoreños que se habían acercado con pancartas para vivar a su presidente.
El canal de YouTube del Gobierno de El Salvador siguió la visita en directo. “Muchos argentinos reconocen a Bukele. Ven en él a un líder de importancia global, se observa que aquí en El Salvador tenemos a un dirigente de talla mundial. Se encuentra en Argentina el presidente mejor valorado en todo el mundo”, repetían los presentadores oficiales durante la transmisión. El punto de vista en El Salvador coincide con el que el argentino Milei se reserva para sí mismo. “Adonde voy soy una sensación, soy el político más popular del mundo”, repite en cada entrevista.
El martes, Bukele visitará en el Congreso a la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, con quien Milei mantiene una sorda disputa interna. Estará también en Diputados. Tiene previsto el regreso a su país ese mismo día por la noche.