Este martes 13 de mayo de 2025, Uruguay perdió a una de sus figuras más emblemáticas: José Alberto Mujica, conocido popularmente como “Pepe”. El ex presidente de la República Oriental del Uruguay falleció a los 89 años en su chacra en las afueras de Montevideo, tras una dura batalla contra el cáncer de esófago.
Mujica había sido diagnosticado en abril de 2024 con un tumor en el esófago. Enfrentó varios tratamientos médicos, incluyendo radioterapia, una gastrostomía con sonda gástrica y la colocación de un stent en su esófago. Sin embargo, en los últimos meses, su salud empeoró considerablemente, y tras recibir la noticia de que el cáncer se había expandido, decidió no someterse a más tratamientos.
La noticia de su muerte fue confirmada por su discípulo político y actual presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, quien expresó su dolor en redes sociales: “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.https://d-15383020792922203020.ampproject.net/2504091801000/frame.html
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Paso de la Arena, un suburbio de Montevideo, Mujica fue una figura central en la historia reciente de Uruguay. Su vida estuvo marcada por la lucha política y la resistencia. Fue miembro del Movimiento Tupamaros, un grupo guerrillero de izquierda que buscaba la transformación social en Uruguay. Tras ser arrestado y pasar más de 13 años en prisión, incluyendo varios años en condiciones extremadamente duras, Mujica se rehabilitó y se convirtió en un líder político destacado.
En 2009, fue elegido presidente de Uruguay y ocupó el cargo entre 2010 y 2015, destacándose por su estilo de vida austero y sus políticas progresistas. Su lema de vivir con humildad, en un entorno libre de lujos, y su cercanía al pueblo lo convirtieron en una figura admirada tanto en Uruguay como en el resto de América Latina. Su vida y sus decisiones políticas, siempre fiel a su ideal de justicia social, lo posicionaron como un referente de la izquierda latinoamericana.
Mujica también fue una figura polémica y polarizadora. Su historia personal, marcada por la lucha armada y su tiempo en prisión, contrastaba con su política inclusiva y sus mensajes sobre la importancia de la paz, la democracia y la solidaridad. Además, mantuvo una relación tensa con ciertos sectores políticos, como el kirchnerismo en Argentina, aunque también compartió visiones sobre la necesidad de un cambio social en la región.
Además de su rol como presidente, Mujica fue diputado y senador, y lideró el Movimiento de Participación Popular (MPP), uno de los principales grupos políticos de izquierda del país. Bajo su liderazgo, el MPP se consolidó como la lista más votada en Uruguay desde 2004, un reflejo de su fuerte influencia en la política uruguaya.
En sus últimos años, Mujica se alejó de los cargos políticos, pero siguió siendo una figura influyente en los debates sobre la política social y económica de Uruguay. Su vida, marcada por el sacrificio, la lucha y la humildad, lo dejó como uno de los políticos más queridos y respetados del continente.
El legado de José “Pepe” Mujica perdurará en la historia de Uruguay, no solo por sus logros como presidente, sino por su profundo compromiso con los valores democráticos, la justicia social y la dignidad humana.