Urtubey  lanza su  candidatura

Urtubey lanza su candidatura

El exgobernador se lanzó primero antes de cerrar un frente con todos los sectores. Ahora el peronismo lo mira de reojos y el acuerdo amplio entró en jaque.

Juan Manuel Urtubey, tras reunirse con algunos partidos menores y exdirigentes de terceras líneas de su gobierno, decidió lanzarse como candidato a senador nacional. Pero lo hizo sin grandes consensos y con el aliento de unos pocos obsecuentes. En el peronismo ya lo miran de reojos.

La auto postulación del exmandatario no cayó nada bien en la mayoría de los espacios. El apresuramiento del dirigente en lanzarse puso ahora en serias dudas sobre la mentada unidad. “No le interesa la unidad ni enfrentar a Milei, le interesa jugar la personal”, aseguran desde el kirchnerismo.

“Autoproclamarse es cortar los canales de diálogo”, publicó el dirigente del Partido de la Victoria, Daniel Velázquez, en sus redes sociales. Esta definición es compartida por varios dirigentes del PJ local consultados por este medio.

En el peronismo entienden que Urtubey no está embarcado en “la defensa de los salteños ante el ajuste despiadado de Javier Milei”. Entienden que el exmandatario está mirando las elecciones de 2027. Obtener la banca en el Senado lo dejaría bien parado para la contienda por la Gobernación. En este sentido, algunos dirigentes locales están decididos a frenar esa maniobra.

De acuerdo a lo que vino mostrando en los últimos meses, Urtubey parece más enfocado en recuperar protagonismo personal que en articular un verdadero armado político. Su apresuramiento dejó en evidencia una desconexión con los tiempos reales de la política salteña y nacional.

Varios dirigentes que venían conversando con Urtubey quedaron descolocados. Algunos lo acusan en voz baja de haber actuado de manera unilateral y oportunista. Sobre todo, después de la solicitada publicada en distintos medios, en donde Urtubey engañó a los dirigentes, quienes entienden que no se trató de un apoyo a su candidatura, como él lo dio a entender, si no solamente la decisión de conformar el frente.

Con ese movimiento quedó en claro que Urtubey intentó imponer su figura por sobre el consenso, una táctica que ya le dio resultado cuando gobernó Salta durante doce años, pero que hoy tiene (muchísimo) menos peso.

El lanzamiento también despierta preguntas sobre qué representa hoy Urtubey. Tras haber sido aliado del kirchnerismo, luego opositor, después candidato a vicepresidente por la avenida del medio. Su derrotero político genera más dudas que certezas. ¿Quién lo acompaña? ¿Qué propone realmente más allá de su ambición personal?

Además, en el kirchnerismo sospechan que, una vez elegido, Urtubey deje el bloque del peronismo y sea otro dirigente “que le de gobernabilidad” al oficialismo y vote junto al Gobierno leyes que perjudiquen a los argentinos, como fue el caso de Pablo Outes, Yolanda Vega y Pamela Calletti.

A menos que logre reencauzar rápidamente el diálogo con sectores clave, la aventura de Urtubey podría quedar reducida a la nada misma.

En definitiva, Urtubey eligió caminar solo y puso el carro adelante del caballo. Apostó a que el anuncio lo reposicione y lo ponga en el centro de la escena. Pero sin acuerdos firmes ni respaldo amplio, su movida corre el riesgo de ser apenas un golpe de efecto. La política salteña no se mueve al ritmo de un deseo individual.

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