Por primera vez, OpenAI presentó un informe exclusivo sobre el impacto de ChatGPT en Argentina. El estudio -titulado Argentina Productivity Report- revela cómo esta herramienta de inteligencia artificial se incorporó al trabajo cotidiano, al estudio y hasta a los servicios públicos locales.
Según el informe, millones de argentinos usan ChatGPT cada semana, y el crecimiento de usuarios se triplicó en apenas un año. Además, Argentina figura entre los cinco países de América Latina con más suscripciones pagas y también ocupa un lugar destacado en el uso de la API, el sistema que permite a desarrolladores integrar las capacidades del modelo en aplicaciones propias.
Quiénes son los que más usan ChatGPT y en qué lugares
El estudio muestra que la mayor proporción de uso se concentra en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, que representan el 46,6% del total. Sin embargo, la expansión de la herramienta ya se extiende a otras regiones: Córdoba reúne el 12,3% de los usuarios, Santa Fe el 9,1%, Mendoza el 4% y Tucumán el 3,2%.
El grupo etario más activo está compuesto por jóvenes de 18 a 34 años, aunque el informe subraya que el fenómeno trasciende generaciones y sectores. «Argentina vive un momento inédito: la inteligencia artificial está modificando la forma en que las personas aprenden, trabajan y desarrollan sus proyectos», señala el documento.
Qué hacen los argentinos con ChatGPT
El informe detalla que el principal uso de ChatGPT en Argentina es la resolución de tareas específicas: un 13% de los mensajes enviados busca respuestas rápidas y profesionales para resolver problemas concretos. En segundo lugar, con un 11%, aparecen las solicitudes de recomendaciones paso a paso -listas de verificación, instrucciones y guías prácticas- que facilitan la incorporación de herramientas o el cumplimiento de normas.
En igual proporción, otro 11% de los mensajes está vinculado a la tutoría y la enseñanza. En este terreno, estudiantes, profesionales jóvenes y emprendedores consideran a ChatGPT como un «tutor personalizado» que ayuda a comprender conceptos nuevos y convertir las dudas en habilidades.
Otros usos, de menor volumen, pero alto valor económico, son la creación de imágenes, la redacción personal, la edición de textos y la ideación creativa. En conjunto, todas estas actividades «se traducen directamente en productividad», explica el informe.
Las pymes, protagonistas del cambio
El impacto más visible de ChatGPT se da en las pequeñas y medianas empresas. Allí, las herramientas basadas en inteligencia artificial se utilizan para automatizar tareas, mejorar la atención al cliente, generar contenidos y agilizar decisiones. Según OpenAI, esto permite que equipos reducidos o individuos logren resultados «antes impensados», al combinar automatización con creatividad humana.
En el comercio minorista y la logística, por ejemplo, se aplican modelos predictivos para optimizar la gestión de inventarios o generar textos de forma automática. En el agro, la IA se combina con sensores y datos meteorológicos para optimizar el uso del agua y detectar enfermedades en los cultivos. En salud, instituciones como el Hospital Italiano experimentan con algoritmos que respaldan diagnósticos por imágenes y reducen tareas administrativas.
Incluso en el sector público ya hay casos concretos: el asistente virtual Boti, del Gobierno porteño, gestiona más de dos millones de consultas al mes y logró reducir un 50% la carga de trabajo del personal. En la Justicia, fiscales utilizan ChatGPT a través de la plataforma PROMETEA para redactar resoluciones preliminares, lo que muestra que la IA generativa también gana espacio en los servicios municipales. /IPROFESIONAL