El albo sufrió en el Gigante la peor derrota del ciclo Forestello. Fue 3 a 0 ante el líder San Telmo, que le tiró toda la jerarquía encima.
Diez minutos terroríficos para Gimnasia y Tiro cerraron la persiana del partido en el primer tiempo, en los cuales San Telmo, nuevo líder de la Primera Nacional y firme candidato al ascenso, le tiró todo el oficio y la jerarquía a un albo desorientado que se desgastaba a centros y a pelotazos, pero que pagó caro contados errores y el haberse encontrado con un equipo aceitado y fino, que sabe lastimar y al que solo breves lapsos le bastan para demostrar que juega a otra cosa.
Ésta fue la sinopsis de la tarde de terror del albo en su derrota por 3 a 0 ante el equipo de la Isla Maciel por la 21º fecha en el Gigante del Norte, aquella fortaleza en la que Gimnasia parecía casi infranqueable, pero que ayer fue testigo de un equipo capaz de padecer cuando se topa en Salta con una equivalencia que asume el protagonismo y se atreve a irrespetarlo y a jugarle al golpe por golpe con fútbol y argumentos. Aún cuando el verdugo en cuestión no haya hecho todo el gasto.
Y es que el partido, que tenía paridad y mejores sensaciones ofensivas del lado de Gimnasia, se quebró en dos a los 29 minutos, tras un titubeo del delantero millonario Tomás Attis, quien solo frente al arco y con perfil incómodo, en lugar de definir, optó por tocar atrás y embarullar su chance. De aquella increíble oportunidad dilapidada por el local, llegó la contra de San Telmo, el festival de toques y velocidad y la definición perfecta de Rodrigo González para el 1-0, en el mejor momento de los de Forestello.
Cuatro minutos más tarde, Ayala sorprendió con un misil por tiro libre que infló la red. Y cuando los hinchas aún se frotaban los ojos incrédulos, otra contra de manual, un centro impecable de González y un cabezazo sin marcas de Heiz sentenciaron la inesperada paliza que cacheteó la estabilidad anímica de Gimnasia (39′).
El complemento pareció sobrar. Porque pese a la voluntad de Gimnasia para no darse por vencido, y a su decena de chances de descontar, su apuro e imprecisión jugaron a favor de un San Telmo aplomado que solo se dedicó a aguantar la goleada prematuramente edificada.
“Estos zamarreos van a existir”
Tras sufrir la peor derrota de su ciclo, el DT de Gimnasia Rubén Forestello reconoció que deberá “evaluar” lo que se viene y le achacó responsabilidades a las dificultades económicas que privan al albo de reforzarse para ser más competitivo.
“No podemos traer refuerzo porque no tenemos 4 o 5 palos por jugador, esa es la realidad. Los nuestros cobran el 20 por ciento de lo que podríamos traer. Por supuesto que quisiera refuerzos, pero no podemos potenciar lo que tenemos porque no tenemos posibilidades económicas”, se despachó. “Estos zamarreos van a existir. Es doloroso el resultado. Yo tendré que evaluar si puedo seguir potenciando este grupo de forma correcta para poder hacerle bien”, finalizó.
Fuente: El Tribuno