Las principales petroleras que operan en la Argentina anticiparon nuevos aumentos en los precios de los combustibles para las próximas semanas, una medida que responde, según explicaron, a la evolución del tipo de cambio, la actualización de impuestos y el alza sostenida en los costos de producción. Por el momento, YPF —la compañía de mayoría estatal— no acompañará la suba, lo que marca una diferencia en la política de precios respecto al resto del mercado.
Desde las firmas privadas señalaron que los valores actuales en surtidor no reflejan plenamente los incrementos acumulados en los insumos, el barril de crudo y la inflación general. Aunque no se precisó un porcentaje exacto, fuentes del sector advierten que las correcciones podrían ubicarse entre el 4% y el 7%, dependiendo de la zona del país y del tipo de combustible.
Las subas estarían justificadas, en parte, por la reciente actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), cuyo impacto quedó parcialmente diluido en el último ajuste realizado a principios de mes. A eso se suma la presión de un dólar oficial que ha tenido movimientos graduales en el marco del esquema de crawling peg adoptado por el Gobierno.
Desde YPF, en cambio, aún no comunicaron ninguna modificación. La empresa —que concentra alrededor del 55% del mercado de combustibles— suele marcar la pauta del sector, y su decisión de mantener sin cambios los precios, al menos por ahora, genera expectativas sobre cómo responderán las demás compañías ante una eventual pérdida de competitividad.
La posibilidad de nuevos aumentos preocupa a consumidores y transportistas, que ya arrastran un fuerte impacto acumulado en los precios desde diciembre de 2023, cuando comenzó una política de descongelamiento gradual. En ese contexto, el Gobierno nacional busca contener los efectos sobre la inflación, mientras equilibra las demandas del mercado y la necesidad de evitar distorsiones.