En una de sus primeras medidas el Rector pasó la motosierra y no renovará contratos en áreas sensibles para el funcionamiento de la universidad.

A poco de asumir, la nueva gestión del rector Miguel Nina ya enfrenta su primera crisis, tras conocerse que la motosierra estaba alcanzando decenas de fuentes laborales en área fundamentales para el funcionamiento de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). La única “defensa” que esgrimieron desde el Rectorado fue “aclarar” que no se trataba de despidos, si no de “no renovación de contratos” que habían vencido el 31 de mayo. La tensión en la casa de altos estudios sigue creciendo y los gremios se encuentran en alerta.

Ya en su discurso de asunción Nina hizo mucho hincapié en un déficit y se esperaba que la motosierra alcance algunas fuentes laborales por la concepción ideológica de la nueva gestión. Lo que casi nadie esperaba era que fuera tan pronto.

El lunes la tensión tuvo su pico máximo cuando un funcionario de la nueva gestión habría advertido que serían 200 las víctimas de la motosierra de Nina. Sin embargo, las comunicaciones -hasta ahora- llegaron a unas 36 personas. Esto fue motivo suficiente para que los gremios que nuclean a los trabajadores de la universidad estén en alerta.

Según se conoció, hay trabajadores del Comedor Universitario, del equipo de violencia de género, de Obras y Servicios, de Educación a Distancia, de Inclusión Laboral personas trans y del área de prensa que quedaron sin empleo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *